Acércate, acércate a mí, compañera de mi vida. No consientas que los suspiros de la nieve nos separen.
Siéntate conmigo junto a la estufa, pues el fuego es el fruto más sabroso del invierno. Cuéntame los cuentos del pasado, pues mis oídos se han cansado de los gemidos del viento y de los rugidos del huracán.
Cierra puertas y ventanas; el cielo oscuro, cargado de negras nubes, ensombrece mi corazón; y la aldea acurrucada, como una mujer entristecida bajo los copos de nieve, abruma y congoja mi alma.
Da a beber aceite a la lámpara, mi antigua compañera, pues agoniza. Ponla cerca de ti, para mirar y contemplar lo que las noches grabaron en tus mejillas. Acerca el cántaro de vino y bebamos para recordar los días alegres de la vendimia.
Acércate, más y más. amor mío... El fuego está apagado y la ceniza lo abriga... Abrázame. Ya se extinguió el fuego, luz de mis ojos, y lo cubrió la tiniebla. Ya somos presa de una antigua embriaguez.
Mírame con tus ojos velados por el sueño. Abrázame antes que la muerte nos posea.
Bésame... el frío se apoderó de todo... todo, menos tus besos...
Oh... mi amor, que hondo es el mar del sueño, y cuan lejano... cuan distante, el amanecer en este mundo.
Gibrán Jalil Gibrán
Siéntate conmigo junto a la estufa, pues el fuego es el fruto más sabroso del invierno. Cuéntame los cuentos del pasado, pues mis oídos se han cansado de los gemidos del viento y de los rugidos del huracán.
Cierra puertas y ventanas; el cielo oscuro, cargado de negras nubes, ensombrece mi corazón; y la aldea acurrucada, como una mujer entristecida bajo los copos de nieve, abruma y congoja mi alma.
Da a beber aceite a la lámpara, mi antigua compañera, pues agoniza. Ponla cerca de ti, para mirar y contemplar lo que las noches grabaron en tus mejillas. Acerca el cántaro de vino y bebamos para recordar los días alegres de la vendimia.
Acércate, más y más. amor mío... El fuego está apagado y la ceniza lo abriga... Abrázame. Ya se extinguió el fuego, luz de mis ojos, y lo cubrió la tiniebla. Ya somos presa de una antigua embriaguez.
Mírame con tus ojos velados por el sueño. Abrázame antes que la muerte nos posea.
Bésame... el frío se apoderó de todo... todo, menos tus besos...
Oh... mi amor, que hondo es el mar del sueño, y cuan lejano... cuan distante, el amanecer en este mundo.
Gibrán Jalil Gibrán