Puntual a mi cita diaria. ¡Qué calor! ¿no?
Octavio, siento decirte que yo jamás he estado en Barcelona. Sí en Cataluña, en el Valle de Arán (en Baqueira, cuando se iniciaban las obras de la estación de esquí)
Viví en Salardú, un pueblecito que está al pié del Puerto de la Bonaigua. También en Artíes. Los domingos me iba a Viella. Allí conocí a una francesita que me quería llevar a Tarbes (Francia), pero le dije que yo no cruzaba los Pirineos. Yo, en mis vacaciones siempre he procurado que el camino entre Vitoria (donde resido) y El Cerro no criara hierba.
Pepi, comparto el comentario de el Emigrao referente a que los andaluces tenemos ese 'algo' para acoger a la buena gente, porque nosotros creemos serlo. Mira, los vascos son, en su mayoría, gente estupenda, pero les cuesta un montón abrirse. Cuando lo hacen, puedes contar para siempre y para todo con ellos. La pena es que hay algunos que manchan esta imagen.
No estoy de acuerdo contigo en que, si cuando se preparan las maletas y algo se olvida, la culpa es de la mujer. ¡Ya, ya! ¡Menudas sois la mujeres! Le dáis la vuelta al problema y la culpa siempre resulta ser del hombre. ¡No me digas que no, que lo llevo sufriendo cerca de 40 años!. Es una broma, pero ¿a que es verdad?
Emigrao, aclarado ya lo del dichoso color azul. Por lo que dices ya tienes derecho a un quinquenio. Yo, como bien sabes, acabo de ingresar en Internet.
Marian, tienes razón, tu madre (mi contraria), es más de El Cerro que el arroyo la fuente. Pero ya sabes que las amistades vascas que tiene, le dicen siempre que no cambie, que es muy valioso y bonito conservar las costumbres y el modo de hablar de donde se es. Tu sabes que hay veces que si habla con Alvaro, éste te dice "Marian, traduce".
! Qué poquito le va quedando a Isamaría para la vuelta!
Todo llega y todo pasa.
Imagino que en esta próxima semana empezaréis a dejarme sólo. Ya me llegará a mí; aunque mis vacaciones son perpétuas. Hace más de siete años que me prejubilé...
Un abrazo para todos. Agur.
Octavio, siento decirte que yo jamás he estado en Barcelona. Sí en Cataluña, en el Valle de Arán (en Baqueira, cuando se iniciaban las obras de la estación de esquí)
Viví en Salardú, un pueblecito que está al pié del Puerto de la Bonaigua. También en Artíes. Los domingos me iba a Viella. Allí conocí a una francesita que me quería llevar a Tarbes (Francia), pero le dije que yo no cruzaba los Pirineos. Yo, en mis vacaciones siempre he procurado que el camino entre Vitoria (donde resido) y El Cerro no criara hierba.
Pepi, comparto el comentario de el Emigrao referente a que los andaluces tenemos ese 'algo' para acoger a la buena gente, porque nosotros creemos serlo. Mira, los vascos son, en su mayoría, gente estupenda, pero les cuesta un montón abrirse. Cuando lo hacen, puedes contar para siempre y para todo con ellos. La pena es que hay algunos que manchan esta imagen.
No estoy de acuerdo contigo en que, si cuando se preparan las maletas y algo se olvida, la culpa es de la mujer. ¡Ya, ya! ¡Menudas sois la mujeres! Le dáis la vuelta al problema y la culpa siempre resulta ser del hombre. ¡No me digas que no, que lo llevo sufriendo cerca de 40 años!. Es una broma, pero ¿a que es verdad?
Emigrao, aclarado ya lo del dichoso color azul. Por lo que dices ya tienes derecho a un quinquenio. Yo, como bien sabes, acabo de ingresar en Internet.
Marian, tienes razón, tu madre (mi contraria), es más de El Cerro que el arroyo la fuente. Pero ya sabes que las amistades vascas que tiene, le dicen siempre que no cambie, que es muy valioso y bonito conservar las costumbres y el modo de hablar de donde se es. Tu sabes que hay veces que si habla con Alvaro, éste te dice "Marian, traduce".
! Qué poquito le va quedando a Isamaría para la vuelta!
Todo llega y todo pasa.
Imagino que en esta próxima semana empezaréis a dejarme sólo. Ya me llegará a mí; aunque mis vacaciones son perpétuas. Hace más de siete años que me prejubilé...
Un abrazo para todos. Agur.