¿Cómo estáis? Bien, supongo y deseo.
EMIGRAO: En cuanto a canciones ya ‘demodé’, os quisiera hacer una pregunta sobre una de ellas, que no recuerdo ni a la cantante, ni el título. Sé sólo algunas estrofas:
“Lirio azul” de mi vida,
en el lago te espero,
y si no vienes me muero,
suspirando de amor
Se oye el grito salvaje
que da el jefe de tribu…… y ya no sé más.
Si alguien me puede decir el nombre de la cantante o el título de la canción. Es que aquí, en Vitoria, hay un programa dominical sólo de canciones antiguas, en el que participan los oyentes, y solicitan canciones. Pero hay que dar algún dato más concreto para que, si no ese domingo, al siguiente te la pongan. Esto es cosa de mi contraria y quisiera complacerla. ¡Para que luego digan de los maridos! ¡Ni un beso me merezco por esto!
CASTILLEJA. ¡Anda que no la habremos escuchado veces! ¡Piel canela! ¿Recordaréis aquellos programas de discos dedicados (previo pago), con motivo de primeras comuniones o santos?
No se me puede olvidar que una noche escuchando este tipo de programa en Radio Andorra, se llevó leyendo dedicatorias de la canción “Campanera”, nada menos que una hora y cinco minutos. Claro, decían: Para fulanito en su santo, para que sea más bueno con su tía Juani y no le haga rabiar, etc. etc. Se hacía eterna la dichosa dedicatoria.
¿Eres aficionada al futbol? Si lo eres, recordarás a Juan Tribuna y Pepe Da Rosa, los domingos en el programa “El Tío Pepe y su sobrino” Uno bético y el otro sevillista. ¡Qué gracia tenían los dos! ¡Qué puyazos se tiraban!
Recordarás que antes, para estrechar a las mozas, había que hacerlo en los bailes agarraos, que si no... En El Cerro casi todas las noches de feria, el baile terminaba con la canción "Al Uruguay, guay, yo me voy, voy, porque teeemo naufragar". Era la consecuencia lógica de la medio borrachera que tenían ya los músicos de la orquesta del pueblo. El Cerro era y es uno de los pocos pueblos del Andévalo que tenían banda de música.
ANTONIO ESCUDERO: Perdona por mi lapsus al escribir Casas en lugar de Casa. Gracias una vez más por tus coplas. Son un auténtico cuadro goyesco de las escenas vividas. A los más jóvenes es posible que no les diga nada, o casi nada, pero a nosotros nos dice muchísimo. Yo sólo estuve en El Cerro hasta los 18 años, pero fueron suficientes para impregnarme de todo lo que cuentas en tus coplas. No en balde mi padre fue agricultor.
Yo todas estas cosas que escribís de cosecha propia, las voy copiado y archivando.
¡Vivan lo 'carrosillas'! como dice nuestra amiga Castilleja. Yo suelo decir que si no fuera por estos 'carrozas' no habría los triciclos de ahora.
Ya está bien por ahora. Besos y... Agur.
EMIGRAO: En cuanto a canciones ya ‘demodé’, os quisiera hacer una pregunta sobre una de ellas, que no recuerdo ni a la cantante, ni el título. Sé sólo algunas estrofas:
“Lirio azul” de mi vida,
en el lago te espero,
y si no vienes me muero,
suspirando de amor
Se oye el grito salvaje
que da el jefe de tribu…… y ya no sé más.
Si alguien me puede decir el nombre de la cantante o el título de la canción. Es que aquí, en Vitoria, hay un programa dominical sólo de canciones antiguas, en el que participan los oyentes, y solicitan canciones. Pero hay que dar algún dato más concreto para que, si no ese domingo, al siguiente te la pongan. Esto es cosa de mi contraria y quisiera complacerla. ¡Para que luego digan de los maridos! ¡Ni un beso me merezco por esto!
CASTILLEJA. ¡Anda que no la habremos escuchado veces! ¡Piel canela! ¿Recordaréis aquellos programas de discos dedicados (previo pago), con motivo de primeras comuniones o santos?
No se me puede olvidar que una noche escuchando este tipo de programa en Radio Andorra, se llevó leyendo dedicatorias de la canción “Campanera”, nada menos que una hora y cinco minutos. Claro, decían: Para fulanito en su santo, para que sea más bueno con su tía Juani y no le haga rabiar, etc. etc. Se hacía eterna la dichosa dedicatoria.
¿Eres aficionada al futbol? Si lo eres, recordarás a Juan Tribuna y Pepe Da Rosa, los domingos en el programa “El Tío Pepe y su sobrino” Uno bético y el otro sevillista. ¡Qué gracia tenían los dos! ¡Qué puyazos se tiraban!
Recordarás que antes, para estrechar a las mozas, había que hacerlo en los bailes agarraos, que si no... En El Cerro casi todas las noches de feria, el baile terminaba con la canción "Al Uruguay, guay, yo me voy, voy, porque teeemo naufragar". Era la consecuencia lógica de la medio borrachera que tenían ya los músicos de la orquesta del pueblo. El Cerro era y es uno de los pocos pueblos del Andévalo que tenían banda de música.
ANTONIO ESCUDERO: Perdona por mi lapsus al escribir Casas en lugar de Casa. Gracias una vez más por tus coplas. Son un auténtico cuadro goyesco de las escenas vividas. A los más jóvenes es posible que no les diga nada, o casi nada, pero a nosotros nos dice muchísimo. Yo sólo estuve en El Cerro hasta los 18 años, pero fueron suficientes para impregnarme de todo lo que cuentas en tus coplas. No en balde mi padre fue agricultor.
Yo todas estas cosas que escribís de cosecha propia, las voy copiado y archivando.
¡Vivan lo 'carrosillas'! como dice nuestra amiga Castilleja. Yo suelo decir que si no fuera por estos 'carrozas' no habría los triciclos de ahora.
Ya está bien por ahora. Besos y... Agur.