Todo llega y todo pasa. Hoy me voy a despachar a gusto.
Veo que mañana tanto el amigo Emigrao como un servidor, estaremos ausente de la tertulia.
CASTILLEJA: Los boleros, además de ser una música preciosa, a los mozos nos permitían tener entre los brazos a su novia o amiga; en definitiva a una mujer. Hoy eso parece una tontería, pero ¡vive Dios que no lo era! Se hacía lo que se podía, pero no con el descaro y la ´publicidad’ con que se hace hoy. Ahora, en muchos casos, tenemos que imaginarnos cómo estará una mujer vestida, porque si los modelitos se pagaran por cm2 de tela, poco o nada se gastarían en ropa.
A mí, personalmente, me gusta que insinúen, no que enseñen.
Quien de alpargatas se fía,
y a la mujer hace caso,
no tendrá nunca dinero,
y andará siempre descalzo.
ANTONIO ESCUDERO: Yo pienso, amigo Antonio, que si uno que está fuera de su tierra, no siente nostalgia por ella, ¿qué tipo de sentimientos atesora?
Cómo puedes ver, será mañana, no hoy, cuando emprenda mi viaje. Lo haré en coche; tranquilo y sin prisas. Paradas incluidas, tardo unas doce horas. Fernando Alonso y yo tenemos poco en común.
El domingo o el lunes me pongo en contacto contigo y quedamos, ¿vale? Pues, hasta entonces.
ISAMARÍA: ¿Sabes por qué las mujeres no pueden ejercer el oficio de electricista? Pues porque en caso de avería, no pueden dar a luz hasta los nueve meses. ¡Como para que se vaya la luz en tu casa!
En la mía tendríamos que volver al candil o al foco de carburo.
“La desgracia de una casa:
una vieja y un candil;
el candil porque se apaga,
la vieja por reguñir.
EMIGRAO: Por lo que cuentas, en lugar de un juanete tienes un Don Juan.
¿No es verdad, don Emigrao
que te fastidia un juanete,
y que el miedo se te mete
hasta el fondo del tejao?
Aquí confesaste un día,
-después de tus vacaciones-
tu temor a operaciones
por mor de la cirugía.
Pronto estarás en tu casa
operado, que es preciso,
pero el dolor, yo te aviso,
en un día no se pasa.
No di con persona alguna,
que tras el ser operado
su mal no haya mejorado,
todo ello por fortuna.
Que pronto se pase el trance
y en casa tranquilamente,
rodeado de tu gente,
pongas fin a tu percance.
¡HASTA PRONTO, AMIGOS!
Me voy pa El Cerro, señores,
pero pronto volveré.
Tan sólo son unos días,
porque no llega ni a un mes
Amigo Antonio Escudero,
pronto nos podremos ver.
Hablaremos del Andévalo,
y de este foro también.
La alegría que me embarga,
describirla no lo sé.
Dan vueltas en mi cabeza
las cosas que quiero hacer.
Unas fotos, muchas fotos,
que pienso colgar después,
para que podamos verlas,
por la gracia de Internet.
¡Cuánto os echaré de menos!
No os lo podéis ni creer.
¡Estos ratitos de charla
que entre amigos suele haber...!.
Una Conchi que ¡por fin!
dejó de hablarme de usted,
Castilleja con sus versos
de andaluces por doquier.
Y nuestro amigo, Emigrao,
con sus problemas del pié,
Él ya pasó esta experiencia
de ausentarse alguna vez.
Severino, el riopense,
y Benita, su mujer,
mitad por mitad cerreños.
Amigo Seve,… se vé.
Isamaría, mi amiga,
tu carácter suele ser
como son las castañuelas:
alegre a más no poder.
Marian, te pido un favor,
y me lo has de conceder:
Que no se inunden tus ojos.
¡Que te conozco muy bien!
Si me cuidas los tomates,
los pimientos y al ‘bebé’,
te prometo no olvidarme
de los encargos de ayer.
Si omito el nombre de alguno,
su perdón le pediré.
¡Hasta pronto, mis amigos!
Por vosotros brindaré.
Agur, amigos, y hasta la vuelta.
Veo que mañana tanto el amigo Emigrao como un servidor, estaremos ausente de la tertulia.
CASTILLEJA: Los boleros, además de ser una música preciosa, a los mozos nos permitían tener entre los brazos a su novia o amiga; en definitiva a una mujer. Hoy eso parece una tontería, pero ¡vive Dios que no lo era! Se hacía lo que se podía, pero no con el descaro y la ´publicidad’ con que se hace hoy. Ahora, en muchos casos, tenemos que imaginarnos cómo estará una mujer vestida, porque si los modelitos se pagaran por cm2 de tela, poco o nada se gastarían en ropa.
A mí, personalmente, me gusta que insinúen, no que enseñen.
Quien de alpargatas se fía,
y a la mujer hace caso,
no tendrá nunca dinero,
y andará siempre descalzo.
ANTONIO ESCUDERO: Yo pienso, amigo Antonio, que si uno que está fuera de su tierra, no siente nostalgia por ella, ¿qué tipo de sentimientos atesora?
Cómo puedes ver, será mañana, no hoy, cuando emprenda mi viaje. Lo haré en coche; tranquilo y sin prisas. Paradas incluidas, tardo unas doce horas. Fernando Alonso y yo tenemos poco en común.
El domingo o el lunes me pongo en contacto contigo y quedamos, ¿vale? Pues, hasta entonces.
ISAMARÍA: ¿Sabes por qué las mujeres no pueden ejercer el oficio de electricista? Pues porque en caso de avería, no pueden dar a luz hasta los nueve meses. ¡Como para que se vaya la luz en tu casa!
En la mía tendríamos que volver al candil o al foco de carburo.
“La desgracia de una casa:
una vieja y un candil;
el candil porque se apaga,
la vieja por reguñir.
EMIGRAO: Por lo que cuentas, en lugar de un juanete tienes un Don Juan.
¿No es verdad, don Emigrao
que te fastidia un juanete,
y que el miedo se te mete
hasta el fondo del tejao?
Aquí confesaste un día,
-después de tus vacaciones-
tu temor a operaciones
por mor de la cirugía.
Pronto estarás en tu casa
operado, que es preciso,
pero el dolor, yo te aviso,
en un día no se pasa.
No di con persona alguna,
que tras el ser operado
su mal no haya mejorado,
todo ello por fortuna.
Que pronto se pase el trance
y en casa tranquilamente,
rodeado de tu gente,
pongas fin a tu percance.
¡HASTA PRONTO, AMIGOS!
Me voy pa El Cerro, señores,
pero pronto volveré.
Tan sólo son unos días,
porque no llega ni a un mes
Amigo Antonio Escudero,
pronto nos podremos ver.
Hablaremos del Andévalo,
y de este foro también.
La alegría que me embarga,
describirla no lo sé.
Dan vueltas en mi cabeza
las cosas que quiero hacer.
Unas fotos, muchas fotos,
que pienso colgar después,
para que podamos verlas,
por la gracia de Internet.
¡Cuánto os echaré de menos!
No os lo podéis ni creer.
¡Estos ratitos de charla
que entre amigos suele haber...!.
Una Conchi que ¡por fin!
dejó de hablarme de usted,
Castilleja con sus versos
de andaluces por doquier.
Y nuestro amigo, Emigrao,
con sus problemas del pié,
Él ya pasó esta experiencia
de ausentarse alguna vez.
Severino, el riopense,
y Benita, su mujer,
mitad por mitad cerreños.
Amigo Seve,… se vé.
Isamaría, mi amiga,
tu carácter suele ser
como son las castañuelas:
alegre a más no poder.
Marian, te pido un favor,
y me lo has de conceder:
Que no se inunden tus ojos.
¡Que te conozco muy bien!
Si me cuidas los tomates,
los pimientos y al ‘bebé’,
te prometo no olvidarme
de los encargos de ayer.
Si omito el nombre de alguno,
su perdón le pediré.
¡Hasta pronto, mis amigos!
Por vosotros brindaré.
Agur, amigos, y hasta la vuelta.