Hola a todos
No pregunto qué tal estáis porque, quién más quién menos, anda pachuchillo, pero seguimos todos vivos.
A mis padres yo los cuido y los cuidaría más... si se dejaran. ¿Sabeis cuál es la pena que tengo? el no poderles poner boca abajo en mis rodillas y darles 2 zurriagazos a cada uno. Por ejemplo, mi madre es muy buena enfermera pero muy mala enferma (me imagino que como somos todas la mujeres), y mi padre es muy terco: "no, no yo no tomo eso a mí con el jarabe me vale"
Después de más de una semana con gripe, por fin me han dicho que hoy van a tomar limón con miel. Mi madre va a usar un remedio que usaba mi abuelo Martín "Caro": vino caliente con higos secos.
Hablando de abuelos, Antonio me has emocionado con el poema a los abuelos, se me saltaban las lágrimas (como digna hija de mi padre ¿verdad?). ¿Sabes qué echo de menos? el no poder hablar con mi abuelo Juan (abuelo materno). Cuando murió, yo tenía 15 años, para entonces ya me había contado historias y dado consejos que yo, por inexperiencia de la vida, me tomaba a cachondeo. ¡Cómo me gustaría ahora poder decirle cuánta razón tenía!
También tengo que reconocer el mérito de mis padres de conseguir que yo quisiera a mi abuelo Martín (abuelo paterno) porque cuándo él murió yo tenía 3 años. Pero con sus historia y anecdotas lo consiguieron.
Bueno, os vais a reir pero creo que nos ha mirado un tuerto. A lo del coche, hay que añadir que se nos ha roto la fuente de alimentación del ordenador y, ayer, se estropeó la tele. Ahora a los rubios los vemos con el pelo verde, a los morenos, el pelo rojo. Vamos, que estamos gafaos. ¡Qué ganas de que llegue Nochevieja!
Ayer, cuando fuí a Vitoria, todo el mundo se me quedaba mirando: era el único coche con el techo y el capó lleno de nieve. En Vitoria no había ni un copo.
Bueno, muchos besitos a todos y... ya sabeis. Lo mejor para la gripe, calor de pecho ajeno.
No pregunto qué tal estáis porque, quién más quién menos, anda pachuchillo, pero seguimos todos vivos.
A mis padres yo los cuido y los cuidaría más... si se dejaran. ¿Sabeis cuál es la pena que tengo? el no poderles poner boca abajo en mis rodillas y darles 2 zurriagazos a cada uno. Por ejemplo, mi madre es muy buena enfermera pero muy mala enferma (me imagino que como somos todas la mujeres), y mi padre es muy terco: "no, no yo no tomo eso a mí con el jarabe me vale"
Después de más de una semana con gripe, por fin me han dicho que hoy van a tomar limón con miel. Mi madre va a usar un remedio que usaba mi abuelo Martín "Caro": vino caliente con higos secos.
Hablando de abuelos, Antonio me has emocionado con el poema a los abuelos, se me saltaban las lágrimas (como digna hija de mi padre ¿verdad?). ¿Sabes qué echo de menos? el no poder hablar con mi abuelo Juan (abuelo materno). Cuando murió, yo tenía 15 años, para entonces ya me había contado historias y dado consejos que yo, por inexperiencia de la vida, me tomaba a cachondeo. ¡Cómo me gustaría ahora poder decirle cuánta razón tenía!
También tengo que reconocer el mérito de mis padres de conseguir que yo quisiera a mi abuelo Martín (abuelo paterno) porque cuándo él murió yo tenía 3 años. Pero con sus historia y anecdotas lo consiguieron.
Bueno, os vais a reir pero creo que nos ha mirado un tuerto. A lo del coche, hay que añadir que se nos ha roto la fuente de alimentación del ordenador y, ayer, se estropeó la tele. Ahora a los rubios los vemos con el pelo verde, a los morenos, el pelo rojo. Vamos, que estamos gafaos. ¡Qué ganas de que llegue Nochevieja!
Ayer, cuando fuí a Vitoria, todo el mundo se me quedaba mirando: era el único coche con el techo y el capó lleno de nieve. En Vitoria no había ni un copo.
Bueno, muchos besitos a todos y... ya sabeis. Lo mejor para la gripe, calor de pecho ajeno.