ENCINASOLA.- Cuna de mis mayores.
Que por mis venas corre parte de sangre marocha.
Recia como el
árbol que te da nombre y, a la vez, dulce y tierna, como una
flor. Que
Flores se llama tu Madre.
Encrucijada de
caminos que te han forjado abierta a los cuatro puntos cardinales, como la
cruz de
San Andrés.
Avanzadilla de mi
Andalucía que, estirándote hacia el oeste, parecías presagiar, tras
Portugal y el océano, aquellas lejanas tierras, que a los que te rodean, extremeños y andaluces, les dieron
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