Hola, Marochos. Yo no lo soy, pero mi padre sí, y aunque no lo puede ver ahora, se que se alegrará de saber que sus amigos de la infancia aún se acuerdan de sus correrías por el pueblo. Mi padre es Juan Rato, y no pasa un día sin que me cuente alguna de sus aventuras de infancia y juventud. Le diré mañana que sus amigos han estado hablando de él. Saludos a todos.