
Para la nieta de Isabel "la pajarita".
Creo que tu abuela fue una de mis grandes amigas de la infancia. Lo que me despista es ese apodo de "la pajarita". A la Isabel que yo conocí le llamábamos "la Catana".
Si es de quien creo que se trata, vivía casi enfrente del taller de Tapada. Tenía dos hermanas, la mayor de ellas se fue de este mundo, creo que un domingo, como consecuencia de una insolación. Menudo disgusto nos llevamos todos los críos, pues aunque ella era mayor que nosotros, a veces también jugamos con ella.
Su hermano se llamaba, si no recuerdo mal, Antonio. La última vez que la vi fue en Sevilla, en el año 1972. Acababa de salir de una operación.
Si lees esta nota me gustaría que me contestaras y me dijeras si esta es tu abuela. Si es así, dale un fuerte abrazo de mi parte, pues Isabel es una de las amigas a las que nunca he olvidado.
Fueron muchas horas corriendo por aquel poyo de la calle de Oliva junto con ella y con Antonio Carrasco. Nos peleamos muchas veces.
Dile que Pepe Chito le manda recuerdos.
¡Ah! Si no te importa, contesta en la primera página, en la del altar mayor, pues en las otras páginas no suelo entrar.
Creo que tu abuela fue una de mis grandes amigas de la infancia. Lo que me despista es ese apodo de "la pajarita". A la Isabel que yo conocí le llamábamos "la Catana".
Si es de quien creo que se trata, vivía casi enfrente del taller de Tapada. Tenía dos hermanas, la mayor de ellas se fue de este mundo, creo que un domingo, como consecuencia de una insolación. Menudo disgusto nos llevamos todos los críos, pues aunque ella era mayor que nosotros, a veces también jugamos con ella.
Su hermano se llamaba, si no recuerdo mal, Antonio. La última vez que la vi fue en Sevilla, en el año 1972. Acababa de salir de una operación.
Si lees esta nota me gustaría que me contestaras y me dijeras si esta es tu abuela. Si es así, dale un fuerte abrazo de mi parte, pues Isabel es una de las amigas a las que nunca he olvidado.
Fueron muchas horas corriendo por aquel poyo de la calle de Oliva junto con ella y con Antonio Carrasco. Nos peleamos muchas veces.
Dile que Pepe Chito le manda recuerdos.
¡Ah! Si no te importa, contesta en la primera página, en la del altar mayor, pues en las otras páginas no suelo entrar.