Han pasado 15 años de estos mensajes, pero nunca olvido mientras viva a la buena gente que encontré en mi camino. PEDRO (D. E. P) no te olvido Amigo Pedro; tienes mucha razón en tu apreciación, la barra del bar nos enseñó mucho, con la misma edad (11) me dejaste tu puesto de trabajo. Inolvidables recuerdos, de Pedro (qepd), familía y cuantas personas conocí en esta taberna. Un abrazo muy fuerte. Mi amigo Antonio Barbecho dice que en su estancia trabajando en casa de nuestro amigo y maestro que fue Pedro Pérez (q. e. p. d.), acarreó montañas de búcaros de agua desde esta fuente para el bar, pues decírmelo a mi que yo estube antes que Antonio, y además 4 años, pero estos cuatro años me enseñaron a ser hombre en mi vida, nunca olvidaré los principios de mi vida laboral que los comencé con Pedro siendo un niño con 11 años.