Llevas toda la razón alacran. No hay una
virgen en el mundo que sea tan querida por los hombres. Es que a ELLA hay que quererla a la fuerza. Que bonito el domingo de resurrección cuando el sol alumbra su cara. ¡preciosa, reina, habrá reinas en el mundo pero como tú NINGUNA!
CON DOS
CAMPANAS.