Por eso Antonio Gil era muy malo para ella, porque el marido de doña Rafaelita se dedicaba con el land rover del Ayuntamiento y con el sueldo municipal a cuidar su propio ganado y Antio decidió tráerselo para el pueblo. Esa es doña Rafaelita. Tranquila doña Rafaelita, Antonio no volverá a presentarse pero ya nos encargaremos otros con ayuda de Antonio e Hilario en que este pueblo vuelva a ser socialista. Pues ni ustedes con su filosofía fascista ni IU que tiene como lema la mentira, la pobrea y las malas formas van a ganar las próximas.