¡Qué bonita vas, Señora,
Con tu tocado y tu manto,
Tarde de estreno y fervor
La tarde del Jueves Santo!
De color verde esperanza
Te custodian tus hermanos
Que hoy no quieren ni que el aire
Roce tu saya y tu palio.
¡Qué bonita vas, Señora,
La tarde del Jueves Santo!
Mas no mires, por favor,
A tu hijo crucificado.
Siete espadas en tu pecho
Se clavarán al mirarlo.
Cierra esos ojos te pido,
No contemples tal espanto.
Esa espalda en llaga viva,
Lirio y clavel estallando,
Como a pedazos se lleva
Tu corazón angustiado.
El báculo.
Con tu tocado y tu manto,
Tarde de estreno y fervor
La tarde del Jueves Santo!
De color verde esperanza
Te custodian tus hermanos
Que hoy no quieren ni que el aire
Roce tu saya y tu palio.
¡Qué bonita vas, Señora,
La tarde del Jueves Santo!
Mas no mires, por favor,
A tu hijo crucificado.
Siete espadas en tu pecho
Se clavarán al mirarlo.
Cierra esos ojos te pido,
No contemples tal espanto.
Esa espalda en llaga viva,
Lirio y clavel estallando,
Como a pedazos se lleva
Tu corazón angustiado.
El báculo.