Arenales inmensos que en tiempo de invierno aparecen desiertos, pero que llegada la época estival se llenan de gentes procedentes de todas partes. Ahora son los mayores, quienes a través del inserso le dan algo de vida a lugares como este de nuestra costa; gracias a la política desarrollada por ese organismo, cientos de jubilados y sus parejas y otros familiares pueden pasar unos días en estos lugares y hoteles de gran categoría, a la vez que se mantiene un empleo en estas zonas que de otra manera no sería posible.