Es una verdadera pena que, de las tres campanas de esta espadaña, la que mejor suena permanezca muda desde hace bastantes años. Me refiero a la más pequeña de las tres, la que está en el hueco superior. ¿Cómo no tuvieron en cuenta su maravilloso sonido a la hora de montar los mecanismos de toques automáticos de que están dotadas las dos de abajo? Porque, naturalmente, de las tres, la única de bronce de verdadera calidad es la de arriba. ¡Lástima de silencio a que la tienen sometida, siendo, como es, la de sonido más nítido y que más lejos se oye!