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Por supuesto, con las excepciones correspondientes, en política la mayoría de los votantes tienen decidido su voto al margen de actuaciones políticas y de campañas electorales. Se confunde la fidelidad a unas siglas determinadas con el fanatismo, la cabezonería y el borregueo.
Siendo votante incondicional de un determinado partido político, lo único que se está demostrando es la incapacidad de pensar, la carencia de objetividad y por tanto de una inteligencia óptima, en definitiva la simplicidad de una persona vacía y fácil de manipular.
El votante debe ser exigente y dejando al margen ideologías y siglas, dar el voto en función de las actuaciones de los políticos. Así ganaríamos todos.
Un pueblo fanático con el voto decidido de antemano, sirve para que los políticos jueguen con ellos. El pueblo que vota en consecuencia con los actos de los políticos, sin tener en cuenta nada más, es un pueblo inteligente que juega con los políticos.
Y.R.y.S.
Siendo votante incondicional de un determinado partido político, lo único que se está demostrando es la incapacidad de pensar, la carencia de objetividad y por tanto de una inteligencia óptima, en definitiva la simplicidad de una persona vacía y fácil de manipular.
El votante debe ser exigente y dejando al margen ideologías y siglas, dar el voto en función de las actuaciones de los políticos. Así ganaríamos todos.
Un pueblo fanático con el voto decidido de antemano, sirve para que los políticos jueguen con ellos. El pueblo que vota en consecuencia con los actos de los políticos, sin tener en cuenta nada más, es un pueblo inteligente que juega con los políticos.
Y.R.y.S.