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Vista de la columna conmemorativa del IV centenario del descubrimiento de América, LA RABIDA

La columna estaba muy deteriorada cuando interviene Feduchi y bastantes piezas originales es posible que ya en ese momento o fuesen rotas en la intervención o quizá expoliadas en los años que duró aquella remodelación. Parece que estas tres esculturas que hoy reposan en el Parque Celestino Mutis pueden ser los únicos elementos originales notorios que el restaurador enterró bajo la base del monumento, a expensas de un posible uso futuro. No hay pistas sobre el destino final del globo terráqueo que coronaba la columna ni de los tres indios de cuerpo entero que soportaban sobre sus brazos la base superior. Existe el conocimiento de un escrito de Feduchi al gobierno español en el que advirtió de la existencia de los revestimientos artísticos que quedaban de la columna de Velázquez Bosco y preguntó por su posible uso. Al parecer no hubo respuesta y el arquitecto optó por utilizar las piezas como relleno. Atendiendo a la información proporcionada por los arquitectos de la Diputación, ya en 2009 se tenía constancia de la existencia de las tres misteriosas cabezas, que aparecieron en los trabajos iniciales de desmontaje del monumento realizados por la Junta de Andalucía. Los técnicos de la Diputación, en 2011, proponen el traslado a las proximidades (Parque Celestino Mutis) a la espera de la evolución de esta última restauración y de la decisión de su ubicación final, entendiendo –salvo mejor criterio, según sus palabras- que lo más oportuno era que pudiesen ser expuestas lo más cerca posible del monumento. Ocupada la atención, por tanto, en propio desarrollo de la restauración, las tres esculturas pasaron a un segundo plano, a la espera de su destino final.
(20 de Abril de 2019)