También existe una sevillana popular que relata esta leyenda de la siguiente forma: Y apareciste, Milagros, y apareciste,
en las cuatro corrientes, Milagros, y apareciste.
A
Huelva te llevaron Milagros, tu no quisiste,
y en el momento te hicieron una
capilla, Milagros, y en el
convento. Cabe decir que si bien estos relatos piadosos pertenecen mayoritariamente a la imaginativa popular, hay que constatar que, según documentación conservada en la
parroquia de
San Jorge, en una de las restauraciones realizadas a la imagen en el siglo XVIII se encontró en la talla restos de sal y "limo" marino como si hubiera permanecido cierto tiempo sumergida en el
mar.