La
Virgen de los Milagros o
Santa Maria de
la Rábida, del S. XIV, es una talla de alabastro, de estilo
gótico manierista que, con su singular curvatura, cambia de aspecto según se varíe la perspectiva. Esta es la primera Virgen María coronada en
España por el Papa Juan Pablo II en 1993, con motivo de la celebración del V Centenario de la Evangelización del Continente Americano. “Patrona de
Palos de la Frontera y de todas las Américas” luce en su cuello una gargantilla con el “corazón de palos de la frontera”. En la cripta de la
Iglesia descansan los restos de Martín Alonso Pinzón, codescubridor de América y capitán de “la Pinta”. Desde “El
Claustro Alto” se divisan las rías, esteras y
canales de comunicación e incluso la histórica “Isla de Saltres” de la que se dice fue capital de los
pueblos Tartesos. Y, desde la “Sala capitular” podían los monjes, a través de sus
ventanas, proteger a la población, puesto que se veían los
barcos que se acercaban y, en caso de peligro, se alertaba haciendo sonar las
campanas de la iglesia. Hay que señalar que “Rábida” deriva de “Ribat” cuyo significado es: “guarnición defendida por monjes guerreros”. En la “Sala de las
banderas” se muestran todas las entregadas por los embajadores de los distintos países americanos y de Filipinas además de unas cajitas con arena de esos mismos lugares y también el «
mapa de Juan de la Cosa», el más antiguo del continente americano. No pude reprimir una sonrisa de emoción al descubrir la
bandera de
Uruguay, país al que considero mi segunda patria.