Los reyes católicos estaban enfrascados en la conquista de
Granada e hicieron. esperar su respuesta, tiempo en el que Colon se alojó en el
monasterio y, fue en el campamento
militar de
Santa Fe, desde donde los reyes dirigían el asedio a Granada donde al fin, se aprobó el proyecto, por lo que el documento firmado el 17 de abril de 1492 es conocido como “Las Capitulaciones de Santa Fé”. En ellas se autorizaba la expedición y se otorgaban a Colón una serie de prebendas y títulos como los de Almirante “en todas las islas y tierras que por su mano se descubrieran o ganaran”, gobernador general y virrey concediéndole también la décima parte de todos los beneficios obtenidos y un diezmo de las mercancías que encontrara y hubiera en los lugares conquistados, designando como herederos a sus sucesores de forma vitalicia. Llegó el momento de buscar la tripulación y, en
PALOS DE LA FRONTERA, frente a la
Iglesia de
San Jorge Mártir, del siglo XV, se leyó la “Real Provisión” instando a la entrega de dos carabelas aprovisionadas a Colón.