Según se recoge en un códice de 1714, y dentro de la
tradición y leyenda que envuelve el origen del
Monasterio de
La Rábida, se dice que se remonta a época fenicia, momento en que levantaron un templo al dios protector de Tiro. Los fenicios denominaban a su primera diosa femenina como Rabbad, de donde hacen derivar la palabra Rábida. Bajo el imperio de Trajano, cuenta el cronista que existía un templo consagrado a Proserpina, protectora de la rabia. Al parecer hubo una enfermedad de rabia, acudiendo la diosa. De rabia, rábida hace derivar el nombre del monasterio. En el año 159 hace iniciar el momento cristiano, con la presencia del sacerdote hispalense Ciriaco, quien consagró el templo a María. La presencia árabe se refleja en la construcción de un morabito o fortaleza denominado Rábhita. De este vocablo parece proceder el nombre del
convento. Con posterioridad el cenobio estuvo bajo la orden
militar de los Templarios, llegando incluso a darlo como fundación del propio padre
San Francisco, en el año 1212, cuando visitó
España. De estos hechos que se recogen en el citado códice de 1714, sólo la presencia árabe parece ser cierta. El resto queda en la mera hipótesis, en la leyenda, mientras no haya argumentos que lo demuestren.