El 8 de enero de 1851 el gobernador de la provincia de
Huelva, José María Escudero, consultó al Ministerio de
Comercio, Instrucción y Obras Públicas el poner en venta lo que quedase del
monasterio y derribarlo para situar en ese lugar un modesto
monumento a Colón. Tras esto, el ministerio realizó una tasación que lo valoró en 4 950 reales. Mariano Alonso y
Castillo fue nombrado gobernador de la provincia de Huelva el 24 de enero de 1851. El ministro de la Gobernación, Fermín de Arteta, le encargó el 5 de agosto de 1851 el derribo del monasterio, que se encontraba abandonado y deteriorado. Él, conocedor de la importancia histórica del sitio, recurrió esta decisión política, consiguiendo que quedase sin efecto. En agradecimiento, de noviembre de 1919, el
Ayuntamiento de Huelva, a petición de la Sociedad Colombina, nombró a una
calle Gobernador Alonso, junto a la calle Hernán Cortés. Fermín Arteta Sesma fue un político español.