Cristóbal Colón falleció en
Valladolid, el 20 de mayo de 1506, presumiblemente por complicaciones derivadas de una gota o una artritis padecida durante años. Tras su muerte, su cuerpo fue tratado con un proceso llamado descarnación, mediante el cual se quitaba toda la carne de los huesos para la mejor conservación del cadáver. Se le enterró inicialmente en el
Convento de
San Francisco en Valladolid y, posteriormente, sus restos fueron trasladados a la
capilla de
Santa Ana del
Monasterio de la Cartuja en
Sevilla en 1509. El convento de San Francisco, de Valladolid,
España, fue fundado en el siglo xiii y situado extramuros de la ciudad, frente a la
plaza del
mercado. El convento fue protegido y patrocinado en ese siglo por doña Violante, esposa del rey Alfonso X el Sabio. Su existencia incidió mucho en la vida social y religiosa de Valladolid durando hasta 1836, en que fue demolido y sus solares fueron puestos a la venta. A partir de esa fecha, pasa a formar parte del patrimonio perdido de Valladolid. Se encargó del traslado el mercader florentino Simón Verde,
amigo de la
familia. Simón Verde fue un mercader florentino que se asentó en
Andalucía a finales del siglo XV y que fue amigo de la familia Colón.