Esta playa es de 30 km de longitud siguiendo las líneas generales de las costas del Atlántico sin acantilados o rocks. Its gran distancia entre las mareas muestra en las extensiones de mareas bajas de arena blanca y pendientes suaves. La fuerza del viento del Sur-Oeste presenta una gran dinámica en la arena que cambia constantemente el contorno de las playas y es la fuente de dunas móviles. Doñana conserva uno de los pocos sistemas de dunas móviles en la Península Ibérica.
Ciertos acontecimientos humanos y naturales peculiares tienen lugar en la playa. Por un lado, la presencia de los mariscos, los pescadores y los peatones. Por otra parte, el único edificio que se muestran son las chozas habitadas por pescadores y especialmente las torres de vigilancia del siglo XVI. Estas torres, que fueron construidos todos a la misma distancia de la playa son testigos de los cambios costeros dinámicos que han causado algunos para ser sumergido en el mar (Torre de la Higuera y Torre de Oro, al lado del parque) y otros (Torre Carbonero, Zalabar y San Jacinto) son decenas de metros tierra adentro. Ellos sirven como anfitriones y criaderos de halcón peregrino.

(2017)