Cuando paso cerca de estos paisajes abandonados, adónde tanta sangre y sudor fueron derramados por tantos mineros y sus familias, me acongoja pensar que todo fue inútil. Ves antíguos mineros todavía jóvenes prejubilados que prefirieron la pensión vitalicia antes que un futuro en su tierra para sus descendientes. Qué pena. Jomugar.