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MOGUER: Carabela...

Carabela

Una carabela es una embarcación a vela, ahora en desuso, ligera, alta y larga –hasta 30 metros–, estrecha, de aparejo redondo o latino y contaba con tres mástiles, sobre una sola cubierta y elevado castillo de popa; navegaba a 5,83 nudos (unos 10 km /h). Gracias a estas características pudo afrontar con éxito los viajes a través del océano. Fue inventada por portugueses y utilizada por españoles en los viajes de exploración durante el siglo XV. Fue diseñada en la Escuela de Navegación de Sagres, fundada por Enrique el Navegante a principios del siglo XV.

Con este tipo de velamen, el pilotaje de una carabela requería mucha más destreza y conocimiento que con las embarcaciones más comunes de finales de la Edad Media y principios del Renacimiento, de las cuales la principal era la carraca o nao. Ello conllevaba una mejora significativa de la maniobrabilidad con cualquier tipo de viento; sin embargo, este tipo de vela no permite aprovechar al máximo el viento de popa como lo hacen las velas rectangulares.

Es muy probable que las carabelas hayan evolucionado de los dhows árabes cuando éstos se introdujeron en la Península Ibérica durante la ocupación musulmana.

En un principio las carabelas se utilizaron como embarcaciones pesqueras. Dada sus cualidades marineras así como por los avances en la construcción naval de los astilleros portugueses y españoles, sus prestaciones se extendieron a la carga y la exploración de nuevas tierras.

Cristóbal Colón descubrió América en 1492 a bordo de una nao, la Santa María, que servía de buque nodriza junto con las carabelas La Pinta y La Niña, de alrededor de 20 m de eslora por 7 m de manga.

En los años posteriores al descubrimiento y la conquista y colonización de América, las carabelas fueron cayendo en desuso en la medida que aparecieron nuevos tipos de embarcaciones, especialmente los galeones, los cuales tenían como precedente a las naos y carracas; pero con enormes mejoras en sus prestaciones, especialmente en cuanto a capacidad de carga, resistencia y maniobrabilidad.

La Niña (carabela)

Historial
Astillero: astilleros del puerto de la Ribera
Clase: Carabela de velas latinas
Puesta en grada: entre 1487 y 1490
Destino: desconocido
Características generales
Desplazamiento: 100,30 t apc
Eslora: 21,40 metros
Manga: 6,28 metros
Calado: 1,78 metros
Propulsión: vela
Tripulación: 20 hombres
La Niña era una de las dos carabelas de la flota de tres barcos con la que Cristóbal Colón navegó hacia el oeste en el año 1492 y con las que descubrió para los europeos el continente americano.

Los otros barcos de la flota eran la carabela La Pinta y la nao Santa María.

Construida en los antiguos astilleros del puerto de la Ribera de Moguer entre 1487 y 1490, en su botadura sobre el río Tinto, la nave recibió el nombre de "Santa Clara" (en honor al Monasterio de Santa Clara de dicha localidad), aunque pasaría a la posteridad con el nombre de sus propietarios, los hermanos Niño. Fabricada con maderas de pino y chaparro, su primitivo velamen latino fue transformado a velas cuadradas en la escala que la flotilla descubridora realizó en las Canarias, y ya en la isla de La Española se le instaló, junto a sus palos de trinquete, mayor y contramesana, un nuevo palo de mesana. Las velas de La Niña carecían de rizos, por lo que no tenían un sistema de cabos que permitiera reducir la superficie en caso de fuerte viento. Las jarcias que sostenían los palos estaban enganchadas en los costados del buque. La carabela carecía de castillo de proa, mientras que el alcázar era bastante pequeño.

Cristóbal Colón, en presencia del escribano Alonso Pardo ejecutó en Moguer una real provisión que, en nombre de los Reyes Católicos, le daba poderes para requisar tres carabelas en:

"... las cibdades e villas e logares de la costa de la mar de Andalucía como de todos los nros. reynos e Señoríos...".

Archivo General de Indias. Signatura: PATRONATO, 295, N. 4.
Confiscó dos naves que después fueron desechadas. Finalmente los Pinzón eligieron a La Niña junto con La Pinta por ser muy maniobrable. La costeó el concejo de Palos como le fue ordenado en la real provisión enviada por los monarcas a esta localidad.

La Niña atravesó el Atlántico en el viaje descubridor capitaneada por Vicente Yáñez Pinzón, con Juan Niño como maestre y pilotada por Sancho Ruiz de Gama. Tras el hundimiento de la carabela Santa María, se convirtió en la nave capitana de la expedición. Al mando de la carabela La Niña iba Cristóbal Colón, y de la carabela La Pinta Martín Alonso Pinzón.

El día 14 de febrero de 1493 a la altura de las Islas Azores se cruzaron con una fuerte tempestad que estuvo a punto de hacer naufragar las embarcaciones. Con el pasar de las horas la violencia de la tempestad provocó la pérdida de contacto entre las carabelas y la tripulación de La Niña empieza a temerse lo peor. En ese momento Cristóbal Colón, decidió echar en suerte el peregrinar en romería al Convento de Santa Clara como acción de gracias para superar tan difícil situación (Voto colombino).

Tras arribar de nuevo al puerto de Palos el 15 de marzo de 1493, se encaminó hacia Moguer, con Cristóbal Colón, los Niño y el resto de la marinería moguereña, algunos indios y papagayos. La gente, alegre, los vio llegar al Convento de Santa Clara donde cumplieron el voto realizado. Encendieron un cirio y estuvieron aquella noche en vigilia.

Testigo del momento fue Juan Rodríguez Cabezudo, amigo del almirante y cuidador de su hijo Diego. Este confiesa en las probanzas del Almirante de 1515 lo siguiente:

"... entraron dentro de la carabela donde el dicho almirante venía e les motró el dicho almirante carátulas de oro que traía de las dichas Yndias e seys o siete yndios que traía de allá e con un cuchillo quitó el dicho almirante un poco de oro a vn indio e se lo dio... "

Archivo General de Indias, Signatura: PATRONATO, 12, N. 2, R. 3 (fls. 33v-34r.)
El 25 de septiembre del mismo año formó parte de la flotilla del segundo viaje de Colón. Ya en las nuevas tierras, partió como capitana de un viaje de exploración en el que se descubrieron Jamaica y la costa sur de Cuba.

Nuevas noticias de La Niña, ya por entonces propiedad de la Corona, nos llegan desde el puerto de Haití, donde un ciclón hunde en el verano de 1495 a todos los barcos amarrados a puerto, excepto a esta carabela, que aunque sufrió algunos daños, fue el único navío que no naufragó.

Esta capacidad de mantenerse a flote fue quizás determinante para que La Niña sirviese de modelo al primer barco construido en América, la carabela Santa Cruz, conocida como La India. Regresa a España con la segunda expedición colombina el 11 de junio de 1496.

En los años posteriores, la Corona encomienda el gobierno de La Niña a Alonso Medel, quien realiza con la carabela varios viajes comerciales. En el transcurso de una de estas expediciones es capturada por barcos corsarios franceses, algunos de cuyos tripulantes, naturales de El Puerto de Santa María, son sobornados con 30 ducados por Medel, y ayudan al español a escapar de los corsarios.

El último viaje de La Niña del que tenemos noticia fue una expedición a Haití, después de que el navío fuese reparado y calafateado en Palos, con un coste de 35.000 maravedíes.

Apenas 35 días después de su partida, La Niña arriba a Haití en uno de los más rápidos viajes trasatlánticos de la historia.

A partir de ese momento no tenemos noticias fiables de la suerte de La Niña, aunque una mención a una carabela Santa Clara, gobernada por Alonso Prieto en 1508, nos lleva a pensar que la carabela moguereña, una de las naves más famosas de la historia, navegaría todavía unos años más entre el viejo y el nuevo continente que ella ayudó a descubrir.

Ya próximo el día de la Comunidad Autónoma de Andalucía, FELICIDADES y os deseo un feliz día.