En pleno centro de la provincia de Huelva, en la comarca llamada Andévalo.

El Cerro de Andévalo.

Restos de una antigua ciudad turdetana del siglo IV A. C.; a tan solo 2 kms de la ermita de San Benito Abad. Es precioso el senderismo a través del camino que une los dos núcleos, antigua vía pecuaria, en proyecto de deslinde, preciosas vistas desde el antiguo molino de viento, casi derruido.

Fiestas en honor al santo patrón San Benito; Vigilia el 2º fin de semana de Marzo, y la romería el primer fin de semana de Mayo, sab., dom., y Lunes.

En honor al Sagrado Corazón de Jesús, el ultimo fin de semana de Julio.

Costumbres tan viejas como su modo de vida tan campestre como, las matanzas caseras, comer gazpachos machacados en el mortero, con sardinas frescas del litoral, si es posible es manjar de dioses. Gente tan abiertas y amables que una vez que las tratas, ya nunca se te olvidarán (ironía); solo decir que hasta en el siglo XXI están todavía las puertas con sus postigos abiertos como antaño, demuestra la sencillez de sus gentes y la confianza en todos sus vecinos, así como de ir por agua a la fuente de toda la vida, deberían tratar de nombrarla de monumento interés nacional, tantas y tantas cosas que por su cercanía se me pasan que hay que visitarla y conocerla para apreciarlas.

Según cuenta la historia más reciente, que no por ello sea cierta, aunque cualquier persona que se interese un poco podra apreciar que hay ciertas coincidencias que tienen fundamento, sin contar con la de la antigua ciudad turdetana, que los arqueologos podran dar fé, aunque no hay mucho interés por parte de los organismos competentes.

Dicen que en las disputas del reinado de Sevilla y del ducado de medina, estos campos se convirtieron en algo mancomunado durante siglos, que pastores de la España castellana frecuentaban con sus ganados transhumantes aprovechando sus pocos, pero ricos pastos en primaveras; dichos pastores aunque transhumantes siempre tienen un sitio donde dejar enseres y familias, así como para dejar ganado bajo control, a ese lugar llamamos "postero", parece ser que este era un buen postero de esos pastores, donde ordeñaban sus reses y con sus ricas leches fueron fabricando estupendos quesos, llegando a poseer hasta hace algunas décadas denominación de orígen, habiendo hasta hace pocos años personas que los fabricaban artesanalmente, y cuentan que en ciertos restaurantes de Paris aún los incluyen en sus cratas.

Alquiler particular de casas del pueblo para pasar fines de semana. Había antes un precioso BAR FANDANGO; donde los fines de semana, se pueden degustar deliciosas carnes ibéricas; y gozar de paz y tranquilidad inmensas, paseando por las calles de la aldea; hay el camino, tantas veces andado por los lugareños, que une la aldea con la ermita de San Benito Abad; tiene un recorrido de unos 3 kms., es el lugar más agradable para una tarde de paseo.