A partir del siglo XVII,
Niebla comenzó un paulatino proceso de decadencia y de descenso en su población, provocado por el caciquismo y despotismo feudal al que eran sometidos los ciudadanos de aquella época. Al mismo tiempo crecían los municipios y pedanías aledañas, auspiciados por estos condes que posteriormente independizaban. El Terremoto de Lisboa de 1755, que tan gravemente afectó al oeste andaluz, arruinó gran parte del patrimonio de la ciudad y puso un punto y aparte en su riqueza histórica y artística. En el siglo XIX el condado de Niebla fue extinguido y la ciudad pasó a ser un municipio de la provincia de
Huelva. Entre tantos otros
monumentos, también se conserva un
rollo de justicia. El terremoto de Lisboa de 1755, también llamado Gran Terremoto de Lisboa, tuvo lugar entre las 09:30 y las 09:40 horas del 1 de noviembre de 1755, se caracterizó por su gran duración, dividida en varias fases y por su violencia, causando la muerte de entre 60 000 y 100 000 personas. Los sismólogos estiman hoy que la magnitud del terremoto de Lisboa sería de aproximadamente un 9 en la escala de magnitud de momento, con su epicentro en algún lugar desconocido en algún punto del océano Atlántico a menos de 300 km de Lisboa. Un rollo es una
columna generalmente hecha de
piedra y normalmente rematada por una
cruz o una bola. Representaba la categoría administrativa del lugar, levantándose solo en los villazgos que tenían plena jurisdicción, indicando el régimen al que estaba sometido: señorío real, concejil, eclesiástico o monástico. Además marcaba el límite territorial y, en ciertos casos, era un
monumento conmemorativo de la concesión del villazgo. Compartían con las picotas las funciones de ajusticiamientos. Estos ajusticiamientos fueron suspendidos por decreto de las Cortes de
Cádiz en 1812.