Estas
murallas son sin duda lo más preciado de la ciudad, por su buen estado de conservación. Cuentan con un largo de dos kilómetros y más de cuarenta
torres en pie. Además, se pueden ver las
puertas por las que todavía se accede a la ciudad desde diferentes puntos. Tenemos la
Puerta del
Agua, la del Buey, la del Socorro, la del Agujero y la de
Sevilla. También fueron declaradas
Monumento Nacional. Es fácil ver en su estructura diferentes épocas por las tonalidades de las
piedras con las que ha sido elaborada. Una visita relajado por las murallas es algo obligado en el
pueblo de
Niebla. Niebla también puede presumir de tener uno de los
puentes romanos mejor conservados de la Península Ibérica. Pasa sobre el
río Tinto, que llama la atención por su
color rojizo. En la zona este del
puente es donde se conservan mejor los elementos romanos, como los
arcos de medio punto. En otras zonas hay estructuras de elementos de la época musulmana, pues el puente sufrió algunas reconstrucciones. No obstante, hay que decir que este puente, con sus antiguos elementos y estructuras sigue soportando el paso de los vehículos en la actualidad, lo que nos indica lo fuertes que eran las construcciones
romanas.