El recinto
romano: No existen rastros visibles de cierta importancia del recinto romano deducido de las
Fuentes clásicas, en las que Ilipla titulada parvum oppidum. No obstante, la existencia de sillares almohadillados de posible factura
romana en la base de la
Puerta de
Sevilla, así como los restos donde se apoya el tramo de tapial de la zona denominada Callejón de la Ollita, y los documentados en la antigua
calle Calvo Sotelo, 1-3, este recinto podrá ser excavado en los futuros trabajos arqueológicos previstos. Por lo que ahora se conoce, esta
muralla romana debía estar conformada con sillares y mampuestos trabados, con
torres macizas situadas a intervalos regulares. El primer recinto murario islámico (¿Califal?): La mayor parte de este recinto es visible en la zona de El Desembarcadero, conformándose como obra de silla/sillarejo, sobre la que se superponen tramos de tapial del recinto posterior de tapia. En la zona localizada en la talud que mira al
río, parte de su cubrición pétrea ha desaparecido, dejando al descubierto los niveles arqueológicos del periodo.