El perímetro defensivo de la medina se completa con una alcazaba que estaba situada en el mismo lugar donde se conserva el Alcázar de los Guzmán. No existen datos que confirmen que la alcazaba islámica fuese reparada con posterioridad a la conquista por Alfonso X en 1262, pero en el siglo siguiente se mantenía en pie, ya que en 1320, sería tomada por asalto por la oligarquía de la villa para deponer a los nuevos alcaides nombrados por el infante Don Felipe, tutor de Alfonso XI. Se encuentra en buen estado de conservación después de las restauraciones que se han efectuado en los últimos años. Es de estructura rectangular central dividida por un muro interior que separa el
patio de armas de las lujosas dependencias domésticas destinadas a
palacio. Esta estructura principal presenta diez
torres, seis de ellas cuadradas, dispuestas en las
esquinas, incluyendo la del
homenaje, y dos más situadas en los extremos del muro interior; las cuatro restantes son cubos semicirculares alternadas con las anteriores. Desde la
torre del homenaje y de la situada en el ángulo NO se prolongan los muros para formar un nuevo recinto o barbacana que envuelve la construcción central por los dos lados E, S, y O. A su vez, este nuevo recinto consta de seis torres y se une a la
muralla almohade cerca de las
puertas de
Sevilla y la del Socorro. La edificación se completaba con barbacana y adarve construidos a finales del siglo XV.