La
puerta conservada a los pies de la nave central está fabricada con ladrillo y mantiene una forma típicamente musulmana, con doble
arco de herradura enjarjada sobre macelas de mármol, alfiz, recuadro doblado y cenefa de lacería. Dada su comparación con otras
puertas del sur de la Península hacen sospechar que se trate de una obra mudéjar del siglo XIV, posterior por ello a la conquista cristiana. Según las
fotografías de finales del siglo XIX conservadas, la
iglesia constaría de tres naves, con la central elevada a mayor altura que las laterales. El que aparezcan conformadas con
arcos de herradura apuntada podría fecharlas alrededor del año 1400. El
ábside, que parece ser la parte más
monumental de la iglesia, no es corriente en el
gótico onubense. Sin embargo, presenta planta dodecágono con
bóveda carente de nervio de espinazo, como es normal en el gótico de las provincias de
Sevilla y
Huelva. Algunos de los detalles, paralelizbles en la
Catedral de Sevilla, lo fecharían en el primer cuarto del siglo XV.