En la comarca del Condado de
Huelva se asienta la histórica ciudad de
Niebla, rodeada por su impresionante recinto
amurallado almorávide. Los orígenes se remontan al Neolítico siendo fundada la ciudad por los fenicios o los turdetanos con el nombre de Ilipula. Tras la conquista
romana por Publio Cornelio Escipión, la ciudad se denominó Ilipla, conservándose el
Puente Romano sobre el
río Tinto. En época visigoda pasó a ser sede episcopal de la Bética, siendo denominada Electa. El máximo esplendor lo alcanzó durante la dominación musulmana, siendo citada por los árabes como Lebla Al-Hamra. Lo que llama la atención al viajero es la
muralla construida por los almorávides con un perímetro de 2 Km., con 48
torres cuadradas de planta rectangular, 2 torres octogonales al este de la villa y 5 torres rectangulares que contienen las
puertas del recinto:
Puerta del Socorro, Puerta de
Sevilla (con vestigios
romanos), Puerta del Embarcadero y las puertas de estilo almohade-mudéjar del Buey y del
Agua. La Puerta del Buey o del Río se sitúa frente al Tinto, y dice la leyenda que por ella salió un buey cebado durante el asedio de las tropas cristianas de Alfonso X el Sabio, para hacer pensar que la ciudad contaba con alimentos pero la estrategia Aben-Mafot, último rey de Niebla, no funcionó y la ciudad fue conquistada por las tropas cristianas.