Niebla es la más
monumental de las poblaciones onubenses. Su
muralla árabe es única en
España. Por dentro atesora viejas
iglesias que apelan a un pasado fecundo. Conquistada por Alfonso X El Sabio, la ciudad es hoy un
mosaico de estilos y culturas abiertas al viajero. En medio de una encrucijada de
caminos se asoma Niebla. Y lo hace en una comarca cuyos encantos tienen más que ver con la
naturaleza que con la mano del hombre. Sin embargo, este pequeño municipio onubense, acariciado por las cercanas marismas, posee el más rico y suntuoso conjunto monumental de la provincia. Niebla es una ciudad amurallada. Mejor dicho: es la ciudad amurallada más importante de España en su estilo árabe. En ninguna otra se conservan lienzos tan bien conservados. Parece un milagro, pero es así. Las
murallas y
torreones cubren una extensión de terreno de dieciséis hectáreas. Algunos paños sobrepasan los quince metros de altura. Su perímetro se acerca a los dos kilómetros y en él se acomoda una cincuentena de torreones rectangulares, excepto los dos que miran a levante y que poseen planta octogonal. Los arqueólogos sospechan que estas murallas están asentadas sobre viejos cimientos
romanos. Razones no le faltan: la presencia de aquella civilización queda atestiguada en los restos de numerosas edificaciones que han llegado hasta nuestros días.