La
historia de estas
murallas corre paralela al devenir de la ciudad. Hacia 1330, bajo dominación almorávide, las murallas quedaron cerradas. En años anteriores y posteriores sufrieron severos destrozos
fruto de las encarnizadas luchas entre los distintos linajes musulmanes. Aben-Mahfot, el último rey musulmán de
Niebla, reforzó las murallas ante la proximidad de las tropas cristianas capitaneadas por Alfonso X El Sabio. Fue así como dejó cinco
puertas, las mismas que hoy luce la
muralla. Se trata de la
puerta del Buey, del Socorro, del
Agua, del Embarcadero y de
Sevilla. El viajero observa en la margen derecha del
río Tinto la sólida línea de murallas que circunda la población. A su alrededor se extiende la comarca de El Condado, famosa por sus cepas y sus ricos caldos. Murallas adentro la ciudad se ordena siguiendo el clásico trazado de una población árabe. El
patio de armas del alcázar o
castillo de los Guzmanes acoge hoy las representaciones del Festival de
Teatro y
Danza de Niebla, que se celebra durante los meses de
verano.