La
historia de
Niebla se remonta a la época
romana. La fortaleza,
castillo y recinto murado, fue construida durante la dominación árabe, que durante la época taifa se constituyó en un reino independiente. Niebla fue reconquistada por las tropas cristianas al mando de Alfonso X el Sabio, usándose por primera vez la pólvora en la lucha por la posesión de estos territorios andaluces. Se usó de manera muy simple pero abrió
camino a una nueva fase en los sistemas de defensa, de ataque y de contraataque. La
familia de los Medina Sidonia habilitaron el
edificio y lo convirtieron en residencia. En el siglo XIX, con la guerra de la Independencia, el castillo y las
murallas fueron parcialmente destruidos por las tropas francesas. La planta del castillo es de forma rectangular, y está dividida en dos partes. Todo el edificio está rodeado por una barrera que le sirve como protección de ataques externos. Sus muros se encuentran jalonados por cubos de distintas formas. Poseía foso, contrafoso y
puente levadizo. La gran
torre del
homenaje, de planta cuadrada, se levanta majestuosa, rematada por almenas defensivas y escasos vanos. La zona residencial puede fecharse en época de los duques de Medina Sidonia.