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instrumento de tortura en el castillo de los Guzmanes, NIEBLA

A lo largo de los siglos, Niebla se ha convertido en un importante enclave para comprender la historia del Sur de España, y su castillo, testigo de buena parte de ella. Desde la Edad del Hierro, muchas han sido las culturas que por aquí han pasado, y cada una de ellas la llamó de forma diferente. Así fue Ilipula para los tartesos, Ilipla para los romanos, Elepla para los visigodos, Lebla para los musulmanes y, finalmente, Niebla para los cristianos. Cuenta esta localidad onubense con una muralla, bastante bien conservada, cuyo actual aspecto se lo debemos a los árabes, aunque su origen es muy anterior, de la época en la que por aquí estuvieron los romanos. Cuenta esta muralla con cinco puertas y cuarenta torreones. En su interior además del Castillo que hoy visitaremos, encontramos la Iglesia de San Martín y la antigua mezquita de Santa María de la Granada. El Castillo de Niebla, también conocido como castillo de los Guzmanes, aún conserva elementos del antiguo Alcázar Árabe, aunque su aspecto actual es posterior a la reconquista y a la creación del Condado de Niebla, siendo su constructor, el II duque de Medina Sidonia durante el siglo XV. A lo largo de los años, este castillo ha sufrido graves infortunios, el terremoto de Lisboa de 1755 que provocó importantes daños en sus murallas y torre del homenaje, y el paso de las tropas francesas durante la guerra de la independencia, que casi acaban con él. Actualmente se muestra al visitante erguido y orgulloso de haber soportado tantos años de historia. La planta del castillo de los Guzmanes es cuadrangular, dividida en dos grandes patios, rodeados por recias murallas reforzadas por torreones. La más importante de estas torres defensivas es la del homenaje, que se levanta en la esquina nordeste rematada por almenas defensivas.
(21 de Abril de 2019)