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Instrumento de tortura en el castillo de los Guzmanes, NIEBLA

La horquilla del hereje: Con cuatro puntas afiladisimas que se clavaban profundamente en la carne bajo la barbilla y sobre el esternón, la horquilla impedía cualquier movimiento de la cabeza pero permitía que la víctima murmurase, con voz casi apagada "abjuro" (palabra que se halla grabada en un lado de la horquilla). En cambio si este se obstinaba y si la inquisición era española, el hereje considerado "impenitente", se vestía con el traje característico y se le conducía a la hoguera, pero con la condición de la Extremaunción; si en cambio el inquisidor era romano, se le ahorcaba o quemaba. Sin el beneficio del traje pero siempre con el rito católico. Hierros ardientes para marcar: se usaban para marcar algunos condenados, generalmente en un hombro pero a menudo tambièn en una mejilla o en la frente. El delito que él o ella hubiera cometido era especificado por un código de letras o símbolos que todos en la jurisdicción comprendían
(21 de Abril de 2019)