Desde el fundamental apoyo que fray Antonio de Marchena y fray Juan Pérez prestaron a Cristóbal Colón cuando su ánimo desfallecía ante la adversidad, el
Convento franciscano de
Santa María de
La Rábida siguió atentamente la evolución de los acontecimientos, erigiéndose en uno de los primeros focos de la evangelización americana. Como es lógico, la influencia del convento rabideño, propició que destacaran especialmente los franciscanos entre los primeros evangelizadores de América palermos, como el obispo fray Juan Izquierdo, fray Juan de Palos, fray Juan Cerrado, fray Pedro Salvador, fray Alonso Vélez de Guevara, fray Juan Quintero, fray Thomás de Narváez y fray Francisco Camacho, que tomaron en su mayoría los hábitos en
México y Lima. Antonio de Marchena fue un franciscano español que vivió en el tránsito de los siglos XV a XVI. Fue fraile del convento de La Rábida, donde en 1484 pidió asilo Cristóbal Colón para él y su hijo Diego. Conocido como "estrellero", por su afición a la astronomía, fue el primer confidente de Colón en
España. A él decidió el futuro almirante convencerle de la viabilidad de su idea de llegar a Oriente navegando rumbo a Occidente, en la entrevista que tuvo lugar en la celda del Padre Marchena del Convento de La Rábida. 1