AQUI TIENES NOTA DE PRENSA DE LA RESTAURACION DEL CONVENTO
La Consejería de Cultura ha resulto la inscripción del antiguo Convento de María Auxiliadora de La Puebla de Guzmán, antes Beaterio de la Orden Tercera de San Francisco, en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz. Se trata de un edificio que posee un indudable valor histórico, ya que es uno de los escasos ejemplos de arquitectura religiosa conventual onubense del siglo XVIII. Se caracteriza por su carácter sobrio y austero, en contraste con las formas recargadas de la época, es una de las principales referencias de la religiosidad de la población.
El convento responde a la tipología característica de la arquitectura conventual, constando de iglesia, claustro, dependencias alrededor de éste y huerto. El estilo es barroco, sobrio y austero, totalmente acorde con su función. Traduce fielmente las reglas de pobreza y humildad de las beatas franciscanas a las que se debe la existencia del inmueble.
La iglesia, de sencilla fachada con puerta adintelada y espadaña de dos arcos rematada por frontón partido, es de una nave, con cabecera semicircular algo elevada y coro alto a los pies. Interiormente presenta cubierta de madera, moderna, salvo en la zona del antealtar cubierta con cúpula, de mayor altura que el resto, según es perceptible al exterior.
La parte inferior de los muros, salvo en los pies y la cabecera, conserva un zócalo de azulejos con motivos geométricos y florales posiblemente realizados en Portugal a mediados del siglo XIX. La solería, de mármol blanco y negro, data de 1887, según la inscripción existente bajo la mesa del altar.
En el lado izquierdo del altar abre una puerta que comunica con la sacristía, de planta cuadrada, en la que se encuentra el único acceso ahora existente a las dependencias conventuales.
La zona conventual, actualmente muy deteriorada, se organiza en torno a un claustro cuadrado de dos alturas. En la planta inferior se forma una galería con dos arcos carpaneles, en cada lado, apoyados sobre gruesos pilares con pilastras adosadas; en la superior se abren ventanas en correspondencia con los arcos inferiores. Tras el claustro se encuentra lo que fue el huerto del convento, destinado al cultivo de productos para el autoabastecimiento de la comunidad de religiosa.
24/09/2004.
La Consejería de Cultura ha resulto la inscripción del antiguo Convento de María Auxiliadora de La Puebla de Guzmán, antes Beaterio de la Orden Tercera de San Francisco, en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz. Se trata de un edificio que posee un indudable valor histórico, ya que es uno de los escasos ejemplos de arquitectura religiosa conventual onubense del siglo XVIII. Se caracteriza por su carácter sobrio y austero, en contraste con las formas recargadas de la época, es una de las principales referencias de la religiosidad de la población.
El convento responde a la tipología característica de la arquitectura conventual, constando de iglesia, claustro, dependencias alrededor de éste y huerto. El estilo es barroco, sobrio y austero, totalmente acorde con su función. Traduce fielmente las reglas de pobreza y humildad de las beatas franciscanas a las que se debe la existencia del inmueble.
La iglesia, de sencilla fachada con puerta adintelada y espadaña de dos arcos rematada por frontón partido, es de una nave, con cabecera semicircular algo elevada y coro alto a los pies. Interiormente presenta cubierta de madera, moderna, salvo en la zona del antealtar cubierta con cúpula, de mayor altura que el resto, según es perceptible al exterior.
La parte inferior de los muros, salvo en los pies y la cabecera, conserva un zócalo de azulejos con motivos geométricos y florales posiblemente realizados en Portugal a mediados del siglo XIX. La solería, de mármol blanco y negro, data de 1887, según la inscripción existente bajo la mesa del altar.
En el lado izquierdo del altar abre una puerta que comunica con la sacristía, de planta cuadrada, en la que se encuentra el único acceso ahora existente a las dependencias conventuales.
La zona conventual, actualmente muy deteriorada, se organiza en torno a un claustro cuadrado de dos alturas. En la planta inferior se forma una galería con dos arcos carpaneles, en cada lado, apoyados sobre gruesos pilares con pilastras adosadas; en la superior se abren ventanas en correspondencia con los arcos inferiores. Tras el claustro se encuentra lo que fue el huerto del convento, destinado al cultivo de productos para el autoabastecimiento de la comunidad de religiosa.
24/09/2004.