En la postguerra, tomó posesión en Alosno de su plaza como maestro nacional: Don José María Gómez Rebollo. Antes de él había otro maestro al que el D. José María sustituiría en su puesto. Cuando le preguntó acerca del pueblo, el profesor saliente extendió un papel en el que había versificado de la siguiente forma:
Alosno, ingrato lugar;
sus habitantes, tiranos;
su mujerío, vulgar;
sus ricos, necios y vanos.
Sólo el templo es singular.
Sus curas, son majaderos.
¿Cómo entre tanta canalla
puede "viví" un forastero?
Tras leerlo, D. José María, observó admirado como su colega se despojaba del calzado y golpeando una suela contra la otra, finalmente añadió "ni el polvo de los zapatos quiero"
La anécdota y el poema, no son precisamente halagadores, pero sí reales e históricos y merecen ser conocidos.
Saludos
Zagal
Alosno, ingrato lugar;
sus habitantes, tiranos;
su mujerío, vulgar;
sus ricos, necios y vanos.
Sólo el templo es singular.
Sus curas, son majaderos.
¿Cómo entre tanta canalla
puede "viví" un forastero?
Tras leerlo, D. José María, observó admirado como su colega se despojaba del calzado y golpeando una suela contra la otra, finalmente añadió "ni el polvo de los zapatos quiero"
La anécdota y el poema, no son precisamente halagadores, pero sí reales e históricos y merecen ser conocidos.
Saludos
Zagal
que gracioso