Se trata de una pequeña ermita del desaparecido Convento de Monjas Dominicas de Nuestra Señora del Socorro, que ocupaba todo el solar antiguo. Lo más interesante es la portada apilastrada barroca con frontón curvo partido por un hueco superior enrejado con guardapolvos y poyete con pinjante del antiguo convento. El aspecto actual de la iglesia deviene de una intervención más reciente.