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El edificio actual data de los años 1940-1945, obra también del arquitecto onubense José María Pérez Carasa, que parte del anterior existente datado aproximadamente en 1750, el cual tenía una fachada organizada mediante una logia porticada de dos plantas.
Se trata de un edificio de planta rectangular en esquina, de dos plantas y tres crujías paralelas a la fachada, con escalera centrada en última crujía y dos patios de luces en el fondo de la parcela. La composición de la fachada es simétrica, con cuerpo central rematado por la torre del reloj, con capitel piramidal y veleta. Los dos cuerpos laterales presentan galerías de arcadas de tres arcos sobre columnas de mármol con cierres metálicos que, originalmente debieron ser abiertas.
El edificio primitivo fue construido tras el terremoto de Lisboa de 1755, coincidiendo con la política de reconstrucción nacional emprendida por Carlos III en la que desempeñó un papel destacado el programa de construcción de Casas Consistoriales.
Se trata de un edificio de planta rectangular en esquina, de dos plantas y tres crujías paralelas a la fachada, con escalera centrada en última crujía y dos patios de luces en el fondo de la parcela. La composición de la fachada es simétrica, con cuerpo central rematado por la torre del reloj, con capitel piramidal y veleta. Los dos cuerpos laterales presentan galerías de arcadas de tres arcos sobre columnas de mármol con cierres metálicos que, originalmente debieron ser abiertas.
El edificio primitivo fue construido tras el terremoto de Lisboa de 1755, coincidiendo con la política de reconstrucción nacional emprendida por Carlos III en la que desempeñó un papel destacado el programa de construcción de Casas Consistoriales.