He sido cura en el
pueblo, y os dejé con tristeza, mandado al Seminario como superior. La
Virgen de la Rábida; cuántas veces le recé. Fui cura de
El Granado y Alcoutín, a donde me llevaba el señor Alfredo. Ciento quince curvas tenía la
carretera desde El Granado, y el firme era horrible. El
Castillo, el Guadiana desdordado, el
Puerto de La Laja, Romerano, Puerto Carbón. Carmela, Antonio, Cándido, Modesto, Félix... Mis guardias civiles con los que me calentaba en la casilla del puerto. Juan el Marino
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