La Guerra de Independencia portuguesa, a mediados del siglo XVII, tendrá importantes consecuencias para el pueblo. Además de soportar los gravámenes propios del Marquesado y los arbitrios reales, tuvo que hacerse cargo de la manutención de la tropa española que defendía la frontera. Y lo peor era el clima de violencia e indefensión propio de una guerra. El conde Jerónimo Ró, maestro de campo general de esta frontera, fortalecerá la villa en 1642, construyendo el fuerte de San Jerónimo junto a la...