La manipulación de la caña ha sido tradicionalmente y desde siglos atrás hasta incluso nuestros días, una forma suplementaria y en alguno casos la forma principal de consecución de recursos para los habitantes de Sanlúcar, aunque ya solamente se dedican a ello dos o tres personas en todo el Pueblo. En la gran mayoría de las casas de Sanlúcar se han dedicado la mayoría de los componentes de las familias a la confección de canastas, cestos y canastos, los cuales se transportaban en los barcos que comerciaban en el río hasta Ayamonte, e incluso a través de los comercios de Sanlúcar, sirviendo en estos casos como moneda de cambio para la compra del habituallamiento diario de las familias. Aparecen en mi memoria imágenes de hombres subidos a balsas de cañas navegando por el río manipulándolas con gran destreza hasta arrimarlas a la orilla para luego proceder al reparto de las mismas. Imágenes de mujeres con los haces de cañas rajadas camino del cascajo del río para echarlas de remojo junto a las canastas de choches, sujetándolas con piedras en la bajamar para unas horas después poder manipularlas haciendo de ellas verdaderas obras de artesanía. Imágenes de corrales de las casas de Sanlúcar con mujeres y hombres ensimismados en la tarea de las docenas de canastas o cestos que había que hacer en el día, sin olvidar por ello la alegría, el chascarrillo, la historia antigua que a la par de la faena acompañaban y amenizaban el día, la tarde, e incluso la noche. Canasteros y canasteras de Sanlúcar. Imagen que raramente veremos ya en el Pueblo, pero que está unida a la identidad de los Sanluqueños y forma parte de la historia y tradiciones de Sanlúcar.