Las aguas serenas del Guadiana, en las mañanas claras, teñidas de añil por el azul del cielo, refleja la silueta bien marcada y definida nitidamente, entreviendose colores blancos y rojizos de las casas encaladas y de las tejas que las cubren. Despuntan la figura que se alarga, como buscando el cielo del campanario y al otro lado el monte que porta el Castillo de San Marcos, fiel vijía de Sanlúcar, dominando el entorno y coronando este rincón único. Ven a disfrutar de estas vistas, merecen la pena.