PEDRO, procuro ser lo más frío posible con aquellos halagos que, de vez en cuando, me llegan. Es una defensa para no creérmelo. Procuro tener los pies en la tierra, aunque algunas veces estemos volando en el
cielo. No se si es que acabo de llegar y ya hacía fresquito, o que había escuchado a Nalida enviándome un saludo, o que estoy para el arrastre con un catarro de primera división, o no se por qué, para no seguir, tú poesía me ha impactado bastante más de lo que te figuras. Aparte de estar muy
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