Buenas noches, amigos de Santa Bárbara:
Voy a intentar dar una breve contestación a los mensajes producidos durante mi ausencia. Permitidme que empiece por mi buen amigo.
ANTONIO ESCUDERO: ¡Gracias!, muchas gracias, en nombre de Ana y en el mío propio por habernos hecho pasar unos momentos tan agradables. Este agradecimiento es extensivo a Pepita. Nuestro viaje a Portugal, a través del puente de Pomarao, no creo que se nos olvide fácilmente; y menos a Pepita. Esa salida de España y entrada en Portugal por una carretera con un desnivel cercano al 18%, si no lo superaba, no lo había visto jamás. Los guardiñas, que tan amablemente nos acogieron en la frontera, no debían tener muy claro cuantos metros tiene un kilómetro; o nos lo dijeron en línea recta.
En el Alentejo -según tú, una prolongación del Andévalo- estarán acostumbrados a esas carreteras, pero nosotros creo que no.
No me dijiste cuanto costaba pasar una noche en el Parador de Ayamonte. No sería muy barato cuando, después de nuestra sesión de fotos, no nos quedamos.
La tortilla de grumelos no la probé, pero gracias a ellos y a tu señora, recuperé la compra que habíamos hecho en casa Francisco.
Bueno, no me extiendo más por hoy contando estas cosas, porque si no, ocuparía varios folios. Otro día seguimos.
ANGELA ESCUDERO SUAREZ: Manos mal que a la panadería me llevó Antonio, porque si no hubiera sido así, entrando por detrás, yo me pierdo de grande que es esa casa.
Me alegra que te gustaran esos dulces cerreños. Pero tendría que haber llevado más, o habértelos llevado a otra hora. Ya sabes por qué, ¿verdad? Según tú, la masa de los roscos de cuello largo, es la misma que la de “engaña maríos”. Pues, ya ves que lo de fuera sólo es azúcar. Anímate y hazlos.
DOROTEO: Además de nuestra amistad, tenemos algo en común: El gusto por el dominó. Aquí no se juega; así es que cuando voy a El Cerro me pongo empachao de jugar partidas. Me gustaría tener la ocasión de jugar alguna contigo en “El Santo”. Ya que en uno de tus comentarios, hablando del juego de cartas citas a Heraclio Fournier (de segundo apellido Alfaro), sabrás que es una familia de origen francés y que se establecieron en Vitoria, donde tienen su fábrica de naipes. Aquí a lo que más se juega es el Mus. Yo no tengo ni idea de cómo se juega.
ISABEL: ¿Cómo va de grande tu tripita? ¿Te está dando guerra? ¿Es traviesa o tranquila? Ya nos contarás.
Pronosticaste que a mi vuelta me encontraría con unos doscientos correos, ¿te acuerdas?. Pues te has quedado corta; son 279. Para verlos y reenviarlos me van a costar varios días el ponerme al corriente.
PEDRO EL DEL PUEBLO: Sentí mucho que no pudieras ir a casa de Antonio; me habría gustado mucho saludarte y conocerte. Otra vez será ¿no?
Veo que lo del tanatorio en tu pueblo es bien acogido, aunque a ti, como a mí, como a todos, no nos guste visitarlos, y menos estar de inquilino. Eso, hace años, no era necesario, porque a los que fallecían se les amortajaba en casa y allí mismo se les velaba (duelo), pero ahora se hace muy necesario. Mis felicitaciones al ayuntamiento por tan buena idea, aunque el motivo sea triste.
CASTILLEJA: A ti que te voy a decir que no te haya dicho ya. Lo mismo que admiro en Antonio su facilidad para componer versos, en ti admiro, entre otras cosas, la habilidad que tienes para encontrar esos versos, esas frases, esos comentarios filosóficos, etc, que nos escribes.
YONI: ¡Qué pena no poder ir al Teja! En El Santo, estando con Doroteo y Antonio, ellos le preguntaron a ¿Bonilla?, (el de los cohetes) por dónde se iba y como estaba el carril; pero Antonio tenía que irse para Huelva pronto. No obstante, si tú nos viste con esas “patitas”, podías habernos llamado la atención. Bueno, esperemos que la próxima vez que vaya por ahí, podamos encontrarnos, ¿no te parece?
BARBARITO: No nos conocemos ni hemos entablado ningún diálogo en este foro, pero como observo que, con buena intención o sin ella, cada vez que tratáis del tema de la Hermandad, surgen discrepancias y/o malos entendidos, ¿qué te parece si abandonáis ese tema? Lo hecho, hecho está.
Para no hacer esto tan largo -que ya lo es- termino dándoos un fuerte abrazo a todos y saludando de nuevo a aquellos/as santebarberos/as a los que he tenido el placer de saludar personalmente cuando he estado ahí.
Agur.
Voy a intentar dar una breve contestación a los mensajes producidos durante mi ausencia. Permitidme que empiece por mi buen amigo.
ANTONIO ESCUDERO: ¡Gracias!, muchas gracias, en nombre de Ana y en el mío propio por habernos hecho pasar unos momentos tan agradables. Este agradecimiento es extensivo a Pepita. Nuestro viaje a Portugal, a través del puente de Pomarao, no creo que se nos olvide fácilmente; y menos a Pepita. Esa salida de España y entrada en Portugal por una carretera con un desnivel cercano al 18%, si no lo superaba, no lo había visto jamás. Los guardiñas, que tan amablemente nos acogieron en la frontera, no debían tener muy claro cuantos metros tiene un kilómetro; o nos lo dijeron en línea recta.
En el Alentejo -según tú, una prolongación del Andévalo- estarán acostumbrados a esas carreteras, pero nosotros creo que no.
No me dijiste cuanto costaba pasar una noche en el Parador de Ayamonte. No sería muy barato cuando, después de nuestra sesión de fotos, no nos quedamos.
La tortilla de grumelos no la probé, pero gracias a ellos y a tu señora, recuperé la compra que habíamos hecho en casa Francisco.
Bueno, no me extiendo más por hoy contando estas cosas, porque si no, ocuparía varios folios. Otro día seguimos.
ANGELA ESCUDERO SUAREZ: Manos mal que a la panadería me llevó Antonio, porque si no hubiera sido así, entrando por detrás, yo me pierdo de grande que es esa casa.
Me alegra que te gustaran esos dulces cerreños. Pero tendría que haber llevado más, o habértelos llevado a otra hora. Ya sabes por qué, ¿verdad? Según tú, la masa de los roscos de cuello largo, es la misma que la de “engaña maríos”. Pues, ya ves que lo de fuera sólo es azúcar. Anímate y hazlos.
DOROTEO: Además de nuestra amistad, tenemos algo en común: El gusto por el dominó. Aquí no se juega; así es que cuando voy a El Cerro me pongo empachao de jugar partidas. Me gustaría tener la ocasión de jugar alguna contigo en “El Santo”. Ya que en uno de tus comentarios, hablando del juego de cartas citas a Heraclio Fournier (de segundo apellido Alfaro), sabrás que es una familia de origen francés y que se establecieron en Vitoria, donde tienen su fábrica de naipes. Aquí a lo que más se juega es el Mus. Yo no tengo ni idea de cómo se juega.
ISABEL: ¿Cómo va de grande tu tripita? ¿Te está dando guerra? ¿Es traviesa o tranquila? Ya nos contarás.
Pronosticaste que a mi vuelta me encontraría con unos doscientos correos, ¿te acuerdas?. Pues te has quedado corta; son 279. Para verlos y reenviarlos me van a costar varios días el ponerme al corriente.
PEDRO EL DEL PUEBLO: Sentí mucho que no pudieras ir a casa de Antonio; me habría gustado mucho saludarte y conocerte. Otra vez será ¿no?
Veo que lo del tanatorio en tu pueblo es bien acogido, aunque a ti, como a mí, como a todos, no nos guste visitarlos, y menos estar de inquilino. Eso, hace años, no era necesario, porque a los que fallecían se les amortajaba en casa y allí mismo se les velaba (duelo), pero ahora se hace muy necesario. Mis felicitaciones al ayuntamiento por tan buena idea, aunque el motivo sea triste.
CASTILLEJA: A ti que te voy a decir que no te haya dicho ya. Lo mismo que admiro en Antonio su facilidad para componer versos, en ti admiro, entre otras cosas, la habilidad que tienes para encontrar esos versos, esas frases, esos comentarios filosóficos, etc, que nos escribes.
YONI: ¡Qué pena no poder ir al Teja! En El Santo, estando con Doroteo y Antonio, ellos le preguntaron a ¿Bonilla?, (el de los cohetes) por dónde se iba y como estaba el carril; pero Antonio tenía que irse para Huelva pronto. No obstante, si tú nos viste con esas “patitas”, podías habernos llamado la atención. Bueno, esperemos que la próxima vez que vaya por ahí, podamos encontrarnos, ¿no te parece?
BARBARITO: No nos conocemos ni hemos entablado ningún diálogo en este foro, pero como observo que, con buena intención o sin ella, cada vez que tratáis del tema de la Hermandad, surgen discrepancias y/o malos entendidos, ¿qué te parece si abandonáis ese tema? Lo hecho, hecho está.
Para no hacer esto tan largo -que ya lo es- termino dándoos un fuerte abrazo a todos y saludando de nuevo a aquellos/as santebarberos/as a los que he tenido el placer de saludar personalmente cuando he estado ahí.
Agur.