Buenos días, amigos de Santa Bárbara.
Aquí dejo estos versos con el deseo que sean de vuestro agrado, y si no me lo digÁis.
ILUSIONES
El hombre y sus ilusiones
yacen en la misma cama,
y el semen del pensamiento
a todas las embaraza.
Pasado el tiempo oportuno,
pocas paren, ¡por desgracia!
Abortos y más abortos
de tanta ilusión preñada.
El hospital de la vida
nada sabe de cesáreas;
ilusiones que no paren,
mueren al nacer el alba.
Agotado el pensamiento,
las ilusiones se marchan
en busca de un lecho nuevo
donde puedan empreñarlas.
La ilusión que dé a luz,
la vida del hombre cambia;
la alegría está presente
y esta presencia le embarga.
Aunque la vida es muy corta,
la alegría no es tan larga,
y si una ilusión se cumple,
disfrutémosla con calma.
Las ilusiones cumplidas,
antes que la vida pasan;
las perdidas, al contrario,
toda la vida se arrastran.
Son como el primer amor,
que grabado está en el alma,
y aunque vengan más después,
ninguno al primero iguala.
La ilusión, no confundamos,
no es ambición que degrada;
es un sentimiento humano
causado por la esperanza.
Es realidad virtual
que complace a quien la alcanza;
es un sueño bien despierto
que por la mente nos pasa.
Trozo de felicidad,
que la vida nos depara;
que compensa la amargura
de tanta ilusión frustrada.
También existen algunas
que son ilusiones vanas,
hijas de las utopías,
que se concretan en nada.
Un hombre sin ilusiones,
es imposible que nazca.
¿Existe algún ser humano
que no tenga una esperanza?
Hasta en el final momento,
y con su túnica blanca,
esperamos que la muerte
no venga con su guadaña.
La muerte, más que a la vida,
a las ilusiones mata.
¿De qué sirve un río seco
por donde no corra el agua?
Ilusión, tras ilusión,
¡vendita sea su llegada!
Es el motor de la vida,
sin ella todo se para.
La ilusión nunca se agote
-pues de la vida ella emana-
La vida sin ilusión
más que vida es un fantasma.
Quien carece de ilusiones
en un desierto se halla;
sin agua, sin alimentos,
en soledad, sin compaña.
La vida se torna muerte,
la muerte no vale nada;
es mejor no haber nacido
y que descanse la parca.
Cuando nazca una ilusión
corramos a amamantarla,
cuidemos su crecimiento,
procurando que sea sana.
A la ilusión en barbecho
marquémosle la besana,
que los surcos no se tuerzan,
que malas hierbas no salgan.
La esperanza da su fruto
cuando en la razón se basa,
y la razón se ilusiona
y espera que el fruto nazca.
*********************
P. G. V.
Aquí dejo estos versos con el deseo que sean de vuestro agrado, y si no me lo digÁis.
ILUSIONES
El hombre y sus ilusiones
yacen en la misma cama,
y el semen del pensamiento
a todas las embaraza.
Pasado el tiempo oportuno,
pocas paren, ¡por desgracia!
Abortos y más abortos
de tanta ilusión preñada.
El hospital de la vida
nada sabe de cesáreas;
ilusiones que no paren,
mueren al nacer el alba.
Agotado el pensamiento,
las ilusiones se marchan
en busca de un lecho nuevo
donde puedan empreñarlas.
La ilusión que dé a luz,
la vida del hombre cambia;
la alegría está presente
y esta presencia le embarga.
Aunque la vida es muy corta,
la alegría no es tan larga,
y si una ilusión se cumple,
disfrutémosla con calma.
Las ilusiones cumplidas,
antes que la vida pasan;
las perdidas, al contrario,
toda la vida se arrastran.
Son como el primer amor,
que grabado está en el alma,
y aunque vengan más después,
ninguno al primero iguala.
La ilusión, no confundamos,
no es ambición que degrada;
es un sentimiento humano
causado por la esperanza.
Es realidad virtual
que complace a quien la alcanza;
es un sueño bien despierto
que por la mente nos pasa.
Trozo de felicidad,
que la vida nos depara;
que compensa la amargura
de tanta ilusión frustrada.
También existen algunas
que son ilusiones vanas,
hijas de las utopías,
que se concretan en nada.
Un hombre sin ilusiones,
es imposible que nazca.
¿Existe algún ser humano
que no tenga una esperanza?
Hasta en el final momento,
y con su túnica blanca,
esperamos que la muerte
no venga con su guadaña.
La muerte, más que a la vida,
a las ilusiones mata.
¿De qué sirve un río seco
por donde no corra el agua?
Ilusión, tras ilusión,
¡vendita sea su llegada!
Es el motor de la vida,
sin ella todo se para.
La ilusión nunca se agote
-pues de la vida ella emana-
La vida sin ilusión
más que vida es un fantasma.
Quien carece de ilusiones
en un desierto se halla;
sin agua, sin alimentos,
en soledad, sin compaña.
La vida se torna muerte,
la muerte no vale nada;
es mejor no haber nacido
y que descanse la parca.
Cuando nazca una ilusión
corramos a amamantarla,
cuidemos su crecimiento,
procurando que sea sana.
A la ilusión en barbecho
marquémosle la besana,
que los surcos no se tuerzan,
que malas hierbas no salgan.
La esperanza da su fruto
cuando en la razón se basa,
y la razón se ilusiona
y espera que el fruto nazca.
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P. G. V.