Buenas noches, amigos de Santa Bárbara.
ANTONIO ESCUDERO: Eres excesiva e injustamente generoso conmigo. Yo no soy maestro de nada, ni pretendo serlo. Sólo aspiro a ser un hombre honesto y leal. Trabajo me va a costar.
A MI AMIGO
¡Despierta!, querido amigo,
que duermes en demasía.
De nada yo doy lecciones,
y menos en poesías.
Yo quiero aprender de ti,
quiero hacerlo cada día,
y no sólo en este tema,
sino también en la vida.
Vas repartiendo honradez,
- déjame que te lo diga -,
y lo haces con llaneza,
con humildad y alegría.
Vas ofreciendo amistad,
y la ofreces sin medida,
Te entregas en cuerpo y alma
por esa tierra bendita.
Esa tierra que yo añoro,
de una forma desmedida,
¿Será porque estoy tan lejos?
Yo no lo sé, ¡a fe mía!
Pero tú me la retratas
de una manera sencilla,
coincidiendo en cómo estaba
el año de mi partida.
Los barrancos, callejones,
barbechos, siegas y trillas,
con las ollas de garbanzos,
y el tocino en la mochila.
“Esto suena a batallitas
de mentes ya reducidas
por el paso de los años”,
¡Pues nada de esto es mentira!
Como el ayer ya se fue
y como el hoy va de prisa,
en cuanto llegue el futuro,
los recuerdos pasan lista.
Me voy a ir preparando para escucharos en DE PUEBLO A PUEBLO en HR.
Saludos para todos.
ANTONIO ESCUDERO: Eres excesiva e injustamente generoso conmigo. Yo no soy maestro de nada, ni pretendo serlo. Sólo aspiro a ser un hombre honesto y leal. Trabajo me va a costar.
A MI AMIGO
¡Despierta!, querido amigo,
que duermes en demasía.
De nada yo doy lecciones,
y menos en poesías.
Yo quiero aprender de ti,
quiero hacerlo cada día,
y no sólo en este tema,
sino también en la vida.
Vas repartiendo honradez,
- déjame que te lo diga -,
y lo haces con llaneza,
con humildad y alegría.
Vas ofreciendo amistad,
y la ofreces sin medida,
Te entregas en cuerpo y alma
por esa tierra bendita.
Esa tierra que yo añoro,
de una forma desmedida,
¿Será porque estoy tan lejos?
Yo no lo sé, ¡a fe mía!
Pero tú me la retratas
de una manera sencilla,
coincidiendo en cómo estaba
el año de mi partida.
Los barrancos, callejones,
barbechos, siegas y trillas,
con las ollas de garbanzos,
y el tocino en la mochila.
“Esto suena a batallitas
de mentes ya reducidas
por el paso de los años”,
¡Pues nada de esto es mentira!
Como el ayer ya se fue
y como el hoy va de prisa,
en cuanto llegue el futuro,
los recuerdos pasan lista.
Me voy a ir preparando para escucharos en DE PUEBLO A PUEBLO en HR.
Saludos para todos.